¿Tienes cómo de costumbre quedarte hasta la madrugada con el móvil en la cama? ¡Pues sin quererlo, estás perjudicando mucho tu salud! Conoce los riesgos del Vamping y ayuda a prevenirlos con JMF Seguros. ¿Preparado para cambiar tus hábitos nocturnos?
¿Qué es el Vamping?
Con Vamping nos referimos al fenómeno por el cual las personas, generalmente adolescentes, utilizan aparatos electrónicos (móvil, Tablet, ordenador, etcétera) durante la noche, reduciendo las horas necesarias de sueño para lograr un buen descanso y aumentando el riesgo de sufrir las consecuencias propias del insomnio y de no dormir lo suficiente.
El vocablo Vamping tiene su origen en la mezcla de dos términos ingleses, vampire (vampiro) y texting (acción de teclear mensajes de textos). El problema, argumenta la doctora Ángela Milán, neuróloga de la Unidad del Sueño de la Clínica Universidad de Navarra, es que “al no secretar nuestro organismo esta hormona a la hora que toca”, lo que aparece es “un insomnio o una fase retrasada del sueño”.
Pero eso no es lo peor: la desregulación hormonal que provoca el vamping comporta un “aumento del riesgo de obesidad o diabetes, ya que también puede afectar a la regulación de la insulina”.
Cuáles son los efectos negativos del vamping y cómo afecta a la salud.
El vamping no es solo usar el móvil de noche, sino cualquier dispositivo electrónico como tablets u ordenadores. Estos dispositivos emiten luz azul, cuya longitud de onda es parecida a la del sol y que engaña al cerebro haciéndole pensar que todavía no es de noche. Efectos adversos que podemos desencadenar:
- Nomofobia. La adicción a aparatos electrónicos puede ser la adicción a las drogas o el alcohol. Una necesidad de mirar de forma continuada la pantalla a cualquier hora, aunque sea de madrugada, hasta el punto de que si no se hace se sienten temblores, sudor o se acelera el pulso.
- Pérdida de productividad. Al afectar a la calidad del sueño, nuestro cuerpo tiene dificultades para mantener la concentración, recordar cosas o incluso pensar de forma clara, por no hablar de las consecuencias físicas de sentirnos cansados todo el día. Esto afecta de forma directa a la capacidad de ser productivos y rendir a nivel laboral o personal.
- Riesgo de enfermedades. El cuerpo se regenera con cada noche de sueño, por lo que es muy importante saber cómo dormir bien. Si caemos en el vamping de forma habitual nuestro organismo no se renueva y puede aumentar el riesgo de padecer Alzheimer, sufrir un infarto, un ictus o caer en la depresión.
- Problemas físicos. Cómo lo habitual es pasar tiempo mirando el móvil o la tablet en la cama, las malas posturas que se adquieren mientras lo haces pueden generar dolor en las articulaciones, hasta el grado de padecer lesiones, sobre todo en el cuello y la espalda.
¿La luz del móvil engorda?
Además de influir en la cantidad y en la calidad del sueño, la alteración en la segregación de la melatonina influye en el apetito, por lo tanto influye en el aumento de peso.
“La luz de las pantallas inhibe la producción de melatonina, por lo que aumenta la producción de neuropéptidos, que estimula nuestro apetito y la apetencia por alimentos más grasos y dulces. Por eso, si no respetamos nuestros ciclos de sueño y, además, utilizamos pantallas antes de dormir, alteramos el proceso natural, por lo que tenemos más hambre, nos apetecen más dulces y, por tanto, engordamos más”, explica la Dra. María Alija, endocrinóloga pediátrica.
La reducción de horas de sueño provoca que aumente el cansancio y, por tanto, no estaremos tan activos, algo que, a largo plazo, también afectará al peso.
Además, al dormir, no solo importa la cantidad de horas, si no la calidad de nuestro sueño en todas las etapas. Los especialistas aseguran que es necesario descansar adecuadamente para rendir con eficacia, pensar con claridad, asentar la memoria y reaccionar con agilidad.
Consejos para evitar el efecto Vamping.
Atendiendo a las recomendaciones de la Fundación Americana del Sueño, te traemos algunos consejos para ayudar a tus hijos a prevenir esta práctica.
En primer lugar, tienen que reducir el uso de la tecnología. Ponerle límite de horas y horarios para no crear esta dependencia. Así tendrán varias horas concertadas para chatear con sus amigos y navegar en Internet e irse a la cama con la mente relajada.
Por otro lado, tener el smartphone o la tablet en la mesita de noche es una tentación muy fuerte para un adolescente. Por eso debemos acostumbrar a nuestros hijos a mantener los dispositivos lejos de la cama a la hora de dormir. Además las radiaciones que generan los aparatos tecnológicos pueden afectar a nivel cerebral.
¡Si deseas que tu hijo no caiga en este mal hábito, debes comenzar dando ejemplo!